martes, 12 de diciembre de 2006

Un viejo del agua tendido en la hierba

Aún tendido, permanece el viejo, como monumento, y nos sobrevivirá. Verá todavía muchos cambios en este bosque; muchas ceremonias y homenajes, muchos recuerdos y olvidos, muchas historias y fantasmas, muchos seres, muchas almas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿se puede amar como a una persona un lugar; un boque, un lago o un mar?
Yo amo al Bosque de Capultepec como se ama a una mujer, una amante que fue, con añoranza, nostalgia, saudade y esperanza